Irving Penn

GRAN FOTÓGRAFO.




Quizá mi favorito.

Nacido en Nueva Jersey, el 16 de Junio de 1917, murió el 7 de octubre de 2009, fue un fotógrafo de moda y uno de los más valorados de la prestigiosa revista Vogue, para quien solía hacer muchas de sus fotografías. De hecho, al morir, la revista Vogue le dedicó en el número de Diciembre de 2009 un gran reportaje como su último homenaje.
Fue un fotógrafo que siempre estaba de moda, se iba adaptando a la actualidad, pero sin jamás perder un ápice de su genialidad y su toque tan personal.

Muchas modelos deseaban aparecer en sus fotos, pero pocas lo conseguían, entre las que se encuentran Lisa Fonssagrives-Penn, su esposa, abajo vestida de Balenciaga. Espectacular.

Sus imagenes son auténticas obras de arte, ya que se pasaba horas y horas en el estudio retocándalas, jugando con la iluminación y conviertiédolas en maravillosas y auténticas. En sus sesiones no se hablaba, sólo se trabajaba, y las modelos debían de estar quietas durante horas, posando como él exactamente les había dicho que posaran. Era un auténtico profesional.

Viendo unas de sus fotagrafías puedes prácticamente oler el cigarrillo quemándose y oir el crepitar del fuego, en la foto del los labios rojos, quizá mi favorita.

Se puede captar la esencia y la personalidad de la persona protagonista de la foto, siempre mujeres, algunas musas.

Puedes imaginar el ambiente de la foto, el lugar exacto donde fue tomada.

Puedes oir la carcajada que expira, lenta.

Puedes quedarte un largo rato mirándola, admirando una obra de arte.

Fue simplemente el mejor en lo que hacía. No se puede pedir más ni nadie puede dar más.
Se acaban mis palabras para describirle.


Porque se supone que los fotógrafos deben saber captar el alma de cada persona, y él eso es exactamente lo que él hacía.
No quería que lo llamaran Irving, ni Irving Penn, sólo Penn, como firmaba siempre sus fotos.
Ya es un mito.


Por Penn.



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